La obesidad es una enfermedad crónica en aumento vertiginoso. Los pacientes obesos mórbidos que se someten a cirugía bariátrica tienen después de esta cirugía una pérdida que varía entre un 40% al 60% de su peso original.
Posterior a la importante baja de peso que ocurre como efecto de la cirugía bariátrica se hace necesario corregir el exceso de piel y la flacidez cutánea que se producen en el paciente operado. Este cambio de corporalidad si bien ha sido muy favorable para su salud, provoca otra deformidad que lo deja aún lejos de una autoimagen complaciente y aquel menoscabo psicológico que le causaba el ser obeso, se transforma en tener que vivir con estos excesos y sin que la vida se le haya facilitado después de su cirugía bariátrica y de su consecuente baja de peso. En muchos de ellos aparecen alteraciones cutáneas erosivas entre los pliegues de excesiva piel que se infectan y que requieren curaciones constantes y de prevención diaria. La cirugía post bariátrica está destinada a corregir el cuerpo de este individuo a través de “plastias” quirúrgicas bien definidas por la cirugía plástica cuyo objetivo es devolverle al paciente los aspectos anatómicos que se han visto alterados luego de su significativa baja de peso.
El paciente post bariátrico requerirá varias cirugías , las cuales son realizadas habitualmente en forma secuencial, por su magnitud y por el tiempo operatorio que ello demanda. Iniciar un plan quirúrgico por el cirujano plástico se asocia necesariamente a la indicación del equipo médico-quirúrgico bariátrico, según el peso alcanzado por el operado al año de su intervención y un estado general compatible para realizar la cirugía post bariátrica en forma segura.
De acuerdo a nuestra experiencia iniciada en 2004 en ese entonces decidíamos realizar las plastias cuando el equipo bariátrico, (cirujanos, médicos nutricionistas, psicoterapeutas) nos indicaban que se habían logrado las metas de reducción de peso en ese paciente. Muchos de ellos los recibimos emaciados, con mucha piel excedente, siendo muy difícil para el cirujano plástico poder devolverles anatómicamente un resultado de excelencia post quirúrgica y hacíamos entonces, restrictivas las plastias, por la condición del paciente. Actualmente las técnicas quirúrgicas han cambiado, ya no es frecuente recibir emaciados y el apoyo nutricional está muy bien controlado. Nuestra concepción actual es operar al paciente en una condición que permita un modelaje de su cuerpo con tejidos aptos, lógicamente no obesos, sin embargo aceptando que todavía están con algunos kilos sobre su peso ideal en los cuales consideramos que la cirugía postbariátrica sería un estímulo para continuar su tratamiento reductivo.
Después de la cirugía post bariátrica la calidad de vida mejora en el paciente y si bien quedan cicatrices, esto no constituye un problema para los pacientes, ya que pueden realizar sus actividades cotidianas con más agilidad, su vestuario pasa a ser normal, no tienen intértrigo y su nueva autoimagen les devuelve más confianza en si mismo
Lo habitual es que la primera cirugía sea una abdominoplastia, única manera de corregir estos excesos de tejido cutáneo. Junto con este procedimiento es posible agregar la corrección del pubis y de ambos muslos, realizándose casi de rutina una lipoaspiración complementaria en estas áreas como así también en los flancos, lo cual ayuda a disminuir la extensión de la cicatriz horizontal y a disminuir el grosor del panículo adiposo antes de las resecciones cutáneas.
Dependiendo de la flacidez y exceso de piel en la zona de los flancos y hacia lumbar, puede asociarse a la abdominoplastia una resección hacia atrás de los excesos de tejido cutáneos realizándose una cirugía llamada “en cinturón”, o de contorno
La planificación de las áreas que serán intervenidas son discutidas exhaustivamente por cirujanos y anestesista según parámetros bien establecidos iniciando la cirugía en orden a prioridades.
Se aplican las técnicas clásicas de mastopexia con implantes para devolver volumen a las mamas y ajustar la piel, habitualmente con cicatriz vertical y, o en T invertida, como resultantes
Se utiliza habitualmente la braquioplastía longitudinal que deja una cicatriz en el tercio distal de la cara anterior del brazo, pudiendo extenderse hasta la zona mamaria.