BALÓN INTRAGÁSTRICO

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Balón intragástrico

El Balón Intragástrico favorece la reducción de peso en pacientes que han fracasado con otras alternativas y/o presentan alguna contraindicación quirúrgica o como “puente” a la misma.

Es un método restrictivo, reversible, no farmacológico ni quirúrgico. El Bioenterics Intragastric Balloon (BIBTM) se trata de un globo radio-opaco, blando, de polímero recubierto en silicona, que se inserta endoscópicamente en el estómago y se llena con líquido (solución fisiológica estéril + colorante) a través de una válvula auto-sellante.

El balón se introduce desinflado en el estómago por medio de una endoscopía bajo sedación anestésica. Una vez ubicado en la parte alta del estómago se llena, a través de una sonda conectada al mismo, con 400 a 700cc de solución fisiológica mas 10 cc de un colorante (azul de metileno) que sirve como testigo coloreando la orina si el balón perdiese su contenido por un defecto en su válvula. Después de controlar su correcta posición se retira la sonda suavemente dejando solo el balón en la cavidad del estómago en donde se mueve libremente.

 

Una vez dentro del estómago produce:
- Saciedad por ocupación parcial del estómago (la tercera parte de su capacidad);
- Estimulación de mecano-receptores de la saciedad en el techo gástrico;
- Disminución del vaciamiento gástrico y de los niveles plasmáticos de grelina (conocida como la “hormona del apetito”, se segrega en el estómago desde donde se libera a la sangre).

 

¿EN QUIÉNES ESTARIA INDICADO?

  • Pacientes con IMC 27-35, con riesgo significativo de salud relacionado a su obesidad, que han logrado una pérdida de de peso sostenida  mínima o inexistente con un programa de régimen dietario controlado;
  • Pacientes con Diabetes tipo 2 de difícil control por exceso de peso;
  • Pacientes con BMI >40, o 35-40 con enfermedades asociadas para descenso de peso temporario:
  • previo a cirugía bariátrica u otra (traumatológica, cardiovascular, etc), en orden de reducir el riesgo quirúrgico
  • en candidatos no quirúrgicos por riesgo anestésico o cardiovascular
  • por rehusar la cirugía bariátrica.

 

¿CUÁNTO PESO SE PIERDE?

UNA PÉRDIDA DEL 50 % DEL SOBREPESO (4-5 PTS. DEL BMI) (ENTRE 15-30 KG).

 

¿COMO ES EL SEGUIMIENTO LUEGO DE LA COLOCACION?

El paciente pasará gradualmente de una dieta líquida a blanda y sólida en los días subsiguientes en relación a la tolerancia presentada.

El mantenimiento del peso adquirido una vez extraído el balón dependerá de la continuidad de la dieta y de los nuevos hábitos alimentarios aprendidos durante el uso del balón, así como de su compromiso con el seguimiento de control médico.

De acuerdo a las indicaciones de los fabricantes su uso no debe superar los 6 meses. De ser necesario, luego puede ser reemplazado por otro nuevo.

La extracción del balón se efectúa a través de una endoscopia y bajo anestesia con o sin intubación oro-traqueal. Luego de aspirar el líquido de su interior por medio de una aguja catéter, se lo retira por la boca con una pinza tipo anzuelo.

Su uso está contraindicado en enfermedades inflamatorias y / o potencialmente sangrante del tracto digestivo superior, hernia hiatal grande, cirugía esofágica o gástrica previa, uso crónico de anticoagulantes, insuficiencia renal, trastornos psiquiátricos, alcoholismo o adicción a drogas, embarazo o lactancia.

Una de las claves para el éxito del balón, es que el mismo sea colocado por un gastroenterólogo - endoscopista especialmente entrenado en este tipo de práctica. Requiere como condición excluyente un abordaje multidisciplinario que incluye a médicos clínicos, gastroenterólogos, anestesiólogos, endocrinólogos, cardiólogos, nutricionistas, licenciadas en psicología; quienes evalúan cada caso en particular y acompañan al paciente en su seguimiento.

Dentro de los efectos adversos más comunes se destacan náuseas y vómitos en las primeras 24-48 h. posteriores a la colocación del balón; así como leves molestias abdominales o acidez. Ante la presentación de los mismos se utiliza medicación específica para su control.
Las complicaciones inherentes a su utilización son prácticamente nulas (esofagitis, erosiones, perforación gástrica, impactación antral) así como la pérdida de volumen del balón.


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